Los congeladores de laboratorio se utilizan para almacenar muestras entre −10 °C y −30 °C, que incluyen materiales farmacéuticos, biológicos y otros materiales de laboratorio utilizados habitualmente. Los productos pueden ser modelos verticales, independientes o de sobremesa con una amplia gama de tamaños y capacidades. Algunos productos disponen de una opción de descongelación automática.

Los congeladores de laboratorio son elementos esenciales del equipo en muchos laboratorios, especialmente en aquellos en los que se necesita congelar de manera segura y a corto o largo plazo materiales químicos o biológicos sensibles a la temperatura.

Un congelador de laboratorio de uso general normalmente almacena muestras hasta −25 °C. Un congelador de temperatura ultra baja (ULT, por sus siglas en inglés) está diseñado para el almacenamiento criogénico profundo de muestras hasta a −80 °C. La mayoría de los congeladores están fabricados con materiales resistentes y duraderos, como acero inoxidable, aluminio o acero con revestimiento de polvo.

Los congeladores de laboratorio disponen de una selección de compartimentos o diseños de almacenamiento internos, algunos de los cuales puede volver a configurar el usuario. Por ejemplo, pueden tener combinaciones de puertas ajustables e intercambiables, estantes, cestas, bandejas o sistemas de estanterías especiales diseñados para almacenar cajas criogénicas, microplacas o criotubos.

Los congeladores de laboratorio incorporan una serie de características estándar o adicionales:
• Sistemas de refrigeración con bajo consumo de energía controlados por microprocesador
• Pantallas digitales táctiles y fáciles de usar
• Puertas con cerradura, apertura con tarjeta o cierre automático para mayor seguridad y protección de las muestras
• Versiones a prueba de chispas para almacenar materiales inflamables
• Alarmas sonoras o visuales de exceso de temperatura
• Control remoto de temperatura con capacidad de descarga de datos USB
• Puertas interiores y aislamiento de espuma de alta eficiencia para minimizar las pérdidas de temperatura
• Sistemas de bomba de alta eficiencia para tiempos de enfriamiento rápidos
• Sistemas de circulación de aire forzado asistido por ventilador para eliminar la humedad y minimizar la formación de hielo
• Sistemas automáticos de descongelación a gas
• Sistemas de seguridad de CO2 o LN2 en caso de fallo mecánico o de alimentación