Los tapones se utilizan para proporcionar un sellado hermético a los matraces de laboratorio y a los tubos de ensayo, dado que se ajustan firmemente al cuello del recipiente y evitan que el material se derrame. Los tapones pueden estar hechos de vidrio, corcho, caucho o silicona. Los tapones suelen diseñarse con forma cónica, pero también hay disponibles opciones rectas y con brida.

Los tapones son la opción preferida en el caso de muchas aplicaciones que requieren un sellado más hermético o mayor grado de resistencia química. También proporcionan un buen sellado cuando es necesario agitar o mezclar una solución sin que se derrame. Los tapones son generalmente cilíndricos y su extremo inferior es cónico. Pueden aparecer marcados con el número o tamaño de tapón en los diámetros superior e inferior. El tamaño puede variar entre los fabricantes.

Los tapones están disponibles en diseños sólidos o con orificios (conocidos como posiciones) situados en la parte superior. Las posiciones permiten acceder fácilmente al material contenido en el recipiente sellado mediante pipetas, tubos u otro equipo, sin necesidad de retirar por completo el tapón.

¿Cuáles son los tipos de tapones disponibles?
• Los tapones giratorios tienen estrías externas para crear un sellado interno excelente, junto con un manguito de rotación flexible que se pliega sobre el cuello del contenedor para un doble sellado.
• Los tapones para viales o frascos de suero tienen dos o tres patas con estrías externas o lados rectos y una parte superior con reborde para crear un sellado hermético.
• Los tapones rectos tipo enchufe de bromobutilo proporcionan un sellado máximo para viales y frascos de suero con acabado de vidrio de pared recta.
• Los tapones rectos tipo enchufe de bromobutilo ultrapuros aportan una elevada pureza química y baja permeabilidad al gas. Ofrecen un excelente rendimiento durante los procesos de liofilización, en los que los tapones deben permanecer estables durante las fases de transferencia y sublimación.
• Los tapones de septos rebajados de silicona no son tóxicos y tienen estrías externas para crear un sellado interno eficaz.