Guía de selección para
agitadores orbitales

Nuestra guía de selección le ayudará a dar respuesta a algunas preguntas
frecuentes para que pueda elegir el agitador orbital adecuado para sus
necesidades.

Consejos para elegir el agitador orbital adecuado para su laboratorio

Los agitadores orbitales son herramientas esenciales del laboratorio que se emplean en diversas aplicaciones como pueden ser suspensiones bacterianas, cultivos celulares, procedimientos de tinción y lavado, estudios de solubilidad y mucho más. Garantizan una agitación suave y uniforme y una distribución homogénea de los nutrientes en los matraces, tubos y placas. Los agitadores vienen en diferentes tamaños y formatos y disponen de distintas funciones y opciones. Ante esta amplia oferta, no es fácil decidir qué agitador se adapta mejor a su laboratorio. En la siguiente guía se tratan los principales factores más detenidamente para ayudarle a seleccionar el equipo más adecuado para su aplicación.

1. Tipo de agitador: Agitadores abiertos o con incubación

Según la aplicación, es posible que necesite distintos tipos de agitador: Agitadores abiertos o con incubación.

Agitadores abiertos

Los agitadores abiertos están diseñados para agitar en condiciones ambientales, sobre la mesa de trabajo, en una sala cálida o fría o en incubadores, cámaras climáticas o frigoríficos. No cuentan con control de temperatura y son útiles para los protocolos que solo requieren temperatura ambiente, como tinciones, algunos estudios de solubilidad y procedimientos de extracción y lavado. Al no tener que pagar por los mecanismos de calentamiento ni por los compresores, los agitadores abiertos suelen ser la opción más rentable del mercado y están disponibles en varios tamaños con diversos tipos de plataforma. Hay incluso plataformas apilables.

Si tiene que colocar un agitador orbital dentro de un incubador de CO2 como aplicaciones de crecimiento de células de mamíferos es importante verificar si el modelo seleccionado está aprobado para su uso en incubadores de CO2. Los agitadores resistentes al CO2 cuentan con un tratamiento especial que protege los componentes eléctricos y mecánicos del entorno corrosivo del interior del incubador de CO2. En este tipo de entorno, los componentes eléctricos reaccionan con la alta humedad y el CO2 para formar fenol, lo que puede provocar un mal funcionamiento del agitador.

Agitadores con incubación

Los agitadores con incubación y refrigeración, al ofrecer una amplia variedad de opciones de temperatura, incluida la ambiente, son más versátiles que los agitadores abiertos. Con estas unidades, podrá cultivar bacterias a 37 °C o realizar estudios de proteínas en los que se requieren temperaturas refrigeradas de 16 °C en el mismo dispositivo. Los agitadores orbitales con incubación son ideales para aplicaciones en las que hay que controlar la atmósfera de crecimiento y se requiere un rendimiento medio o alto. Estos agitadores se pueden encontrar en diferentes tamaños que van desde los modelos de sobremesa hasta los de suelo y los de suelo apilables.




2. Capacidad del agitador

Los agitadores orbitales disponen de diferentes capacidades. La capacidad del agitador viene determinada por la superficie de la plataforma y el límite de peso máximo. Si la aplicación requiere manejar una gran carga de trabajo, vale la pena sopesar el uso de un agitador con un mecanismo de accionamiento de triple excentricidad. A diferencia de los accionamientos de una sola excentricidad, los accionamientos de triple excentricidad proporcionan un movimiento suave junto con una gran estabilidad axial de plataforma para lograr una agitación repetible y un rendimiento fiable, incluso con grandes cargas de trabajo. En función del espacio que haya disponible en el laboratorio, podrá optar por un modelo de sobremesa más pequeño con una superficie de plataforma menor y una capacidad de peso inferior o por un modelo de suelo apilable grande con una gran capacidad de peso.

Igual de importante que el espacio y el peso es la cuestión de cuántos recipientes de un determinado tamaño necesita agitar a la vez. En ocasiones, esta cuestión determinará el tamaño del agitador cuyo uso está sopesando. En los datos técnicos de algunos fabricantes encontrará información valiosa sobre las diferentes formas y tamaños de los recipientes y sobre la cantidad que puede albergar un determinado modelo. Dado que existe una amplia gama de tipos y tamaños de recipientes, como matraces de Erlenmeyer, embudos, vasos de precipitados, tubos y placas de pocillos, es fundamental hacer una lista de todo el material de laboratorio que desea someter a agitación.

3. Diámetro orbital

Una vez que haya determinado el tipo de recipiente, podrá decidir el diámetro de órbita del agitador. En la mayor parte de las aplicaciones químicas, el diámetro orbital no es importante, pero, en el caso de las aplicaciones de cultivo, es uno de los factores clave, ya que el diámetro orbital es proporcional a la velocidad de transferencia de oxígeno, que afecta a la proliferación del cultivo celular.

La mayoría de los agitadores diseñados para aplicaciones de cultivo celular tienen un diámetro de órbita de 19, 25 ó 50 mm. El diámetro de órbita de 25 mm es la opción habitual para la mayor parte de las aplicaciones. No obstante, en experimentos con un volumen de más de 2 L o con células sensibles al cizallamiento, resulta ventajosa una órbita con un diámetro mayor. Los diámetros de órbita pequeños, inferiores a 10 mm, son los mejores para los tubos de microcentrífuga, las microplacas y otros recipientes muy pequeños.

Nuestra recomendación

Recomendamos el siguiente diámetro de órbita en función del uso, del tipo y tamaño de los recipientes como guía general:

  • Diámetro de órbita de 3 mm: es el mejor para microplacas, tubos de microcentrífuga y otros recipientes muy pequeños
  • Diámetro de órbita de 15-25 mm: es el mejor para placas de cultivo celular y matraces y vasos de precipitados de hasta 2 l
  • Diámetro de órbita >30 mm: es el mejor para recipientes grande de más de 2 L

 

4. Intervalo de velocidad

La velocidad es otro parámetro importante, especialmente en las aplicaciones de cultivo celular, ya que también afecta a la velocidad de transferencia de oxígeno y, a su vez, a la proliferación del cultivo celular. Entre los agitadores orbitales para aplicaciones de cultivo celular, los que cuentan con órbitas más pequeñas (19 y 25 mm) suelen alcanzar una velocidad máxima de 400 ó 500 rpm, mientras que los que tienen órbitas grandes de 50 mm alcanzan una velocidad máxima de 300 rpm. Cuanto más pequeña es la órbita, mayor es la velocidad máxima que se puede establecer. Los cambios en el diámetro orbital pueden compensarse con un cambio en la velocidad y viceversa.

5. Intervalo de temperatura

Es importante disponer de un agitador orbital que ofrezca el intervalo de temperaturas que necesita para cumplir con los requisitos específicos de proliferación. Por ejemplo, algunos agitadores orbitales que se emplean en el cultivo de termófilos pueden alcanzar hasta 80 °C, mientras que las unidades con refrigeración que se usan en aplicaciones de expresión de proteínas pueden enfriarse hasta los 4 °C.

Nuestra recomendación

Sugerimos comenzar con las siguientes velocidades en el caso de diversos cultivos y de aplicaciones de tinción y lavado como guía general:

  • Bacterias: 250 rpm
  • Hongos: 200 rpm
  • Levaduras: 120-300 rpm
  • Algas: 110 rpm
  • Células de insectos: 100 rpm
  • Tinciones: 15-70 rpm

También se dispone de unidades que realizan la agitación a velocidades muy bajas, de tan solo 15 rpm. Estos agitadores de baja velocidad son ideales para la tinción y la destinción de geles frágiles, el lavado de técnicas de transferencia por electroforesis y las aplicaciones de mezcla en general. Hay que tener en cuenta que es posible que la velocidad también esté limitada si la unidad está apilada.


6. Controles analógicos o digitales

Los agitadores orbitales analógicos son una alternativa más barata que los modelos digitales, pero también tienen un intervalo de velocidad más limitado que sus homólogos digitales. Otra desventaja de los agitadores analógicos es que necesitan un mantenimiento anual, mientras que las unidades digitales se consideran exentas de mantenimiento. Ello puede deberse a que hay que sustituir las escobillas de los motores de algunos sistemas analógicos. Los agitadores orbitales digitales suelen ofrecer una velocidad con mayor exactitud y cuentan con más funciones que los modelos analógicos, como alarmas de temperatura y de velocidad, sensores de carga desequilibrada y la capacidad de transferir datos a un ordenador, entre otras.