Centrífugas compactas de sobremesa
Las centrífugas compactas de sobremesa tienen un tamaño reducido y son ideales para su uso en mesas de laboratorio con menos espacio. Diseñadas para el procesamiento de cultivos celulares, la preparación de muestras de sangre, aplicaciones con microplacas y más, las centrífugas de sobremesa acomodan placas de microtitulación, microtubos y tubos de centrífuga.
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Preguntas frecuentes
Las centrífugas compactas de sobremesa combinan un alto rendimiento rotacional con una utilización eficiente del espacio, lo que las hace ideales para flujos de trabajo avanzados donde la precisión y la reproducibilidad son críticas. Las unidades compactas modernas pueden alcanzar valores de RCF superiores a 20,000 × g, rivalizando con muchas centrífugas de suelo de gama media, al tiempo que ofrecen perfiles de aceleración y desaceleración más rápidos para protocolos sensibles al tiempo. También minimizan la variación de muestra a muestra mediante una regulación precisa de la temperatura y un equilibrio controlado por microprocesador. Para entornos de múltiples usuarios o laboratorios de biología molecular, estas centrífugas permiten cambios rápidos de rotor entre microtubos, tiras de PCR y formatos de mini-preparación, agilizando los complejos flujos de trabajo de preparación de muestras sin comprometer la velocidad o la consistencia.
Al seleccionar una centrífuga compacta, considere el tipo de muestra, la velocidad requerida (RPM o fuerza g), la capacidad del rotor y las características de seguridad. Por ejemplo, las microcentrífugas son mejores para tubos de pequeño volumen (0.2–2 mL), mientras que los modelos más grandes de sobremesa manejan tamaños de muestra más grandes. Busque características como detección de desequilibrio, operación silenciosa y cambios de rotor fáciles para eficiencia y seguridad. Además, asegúrese de que la centrífuga apoye los protocolos específicos y los volúmenes de muestra de su laboratorio.
Para mantener su centrífuga funcionando sin problemas, limpie el rotor y la cámara regularmente usando detergente suave y agua, y asegúrese de que todos los tubos estén equilibrados antes de usarla. Verifique la corrosión del rotor, inspeccione las juntas y sellos, y siga el programa de mantenimiento del fabricante. Evite sobrecargar el rotor y almacene la centrífuga con la tapa abierta para evitar la acumulación de humedad. El cuidado adecuado extiende la vida útil del equipo y asegura un rendimiento constante.