Reducir el impacto ambiental de las mascarillas

Por Christina P. Hooton.

Desde el inicio de la pandemia, las mascarillas desechables han pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana. Se estima que se utilizan 129 mil millones de mascarillas al mes en todo el mundo1. Aunque está demostrado que son necesarias para frenar la propagación del COVID-19, según los datos del Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC), también están contribuyendo a la ya grave contaminación por plásticos en el mundo. 2,3

Un problema plástico

Aunque la mayoría de mascarillas desechables parecen hechas de tela, suelen estar fabricadas con materiales de polímero no tejido hechos de polipropileno o policarbonato. La típica mascarilla desechable azul tiene tres capas: una capa exterior de fibras sin tejer, una capa intermedia que filtra y una capa interior suave. El filtro en el centro se fabrica haciendo pasar polímero fundido a través de diminutos orificios mediante gas a alta velocidad.

Cuando estas mascarillas desechables llegan al medio ambiente, pueden contaminar los acuíferos o acabar en vertederos. Como otros plásticos, también pueden descomponerse en microplásticos, partículas menores a 5 mm.

Es bien sabido que los plásticos y los microplásticos perjudican la salud de las especies marinas, una parte importante de nuestra alimentación. También llegan a los alimentos que ingerimos y contribuyen en gran medida con el cambio climático a causa de las emisiones de dióxido de carbono. Además, irónicamente, se ha demostrado que estas partículas de plástico propagan microbios, como patógenos invasivos.4

Otras consideraciones

Una solución a este importante problema podría ser que todo el mundo utilizara mascarillas reutilizables en lugar de desechables, sobre todo para actividades personales como hacer la compra. Si una mascarilla de tela reutilizable ofrece la protección adecuada para una situación determinada, debe lavarse al menos cada día y se deben tener varias a mano para que siempre haya al menos una lista para usar.

Sin embargo, según los datos de los CDC, una mascarilla de tela por sí sola bloquea solo el 51,4 % de las partículas de la tos que se transmiten por el aire, en comparación con las mascarillas quirúrgicas usadas correctamente, que bloquean el 77 % de las partículas aéreas. El uso de una mascarilla de tela y una mascarilla quirúrgica a la vez es incluso más eficaz, ya que bloquea el 85,4 % de las partículas.5 Los laboratorios y otros entornos de trabajo pueden requerir el nivel de protección que proporcionan estas mascarillas desechables.

Reciclaje de mascarillas

«Es un proceso muy sencillo. La caja se envía directamente al cliente, que monta la caja y puede empezar a recogerlas».
- Madeleine Chadwick, Dirección General, Programa de Desarrollo de Liderazgo, Thermo Fisher Scientific

Puede parecer una obviedad desechar las mascarillas junto con todos los demás materiales reciclables. Sin embargo, las mascarillas y otros tipos de equipo de protección individual (EPI) desechables no son fáciles de reciclar y puede que sea demasiado caro recogerlos para los proveedores de reciclaje locales. No es probable que su solución de gestión de residuos actual ofrezca este servicio de reciclaje.

El mundo necesita una solución económica y eficiente para reciclar las mascarillas desechables mientras sigan en vigor las restricciones de seguridad de la pandemia. Los programas de reciclaje de mascarillas presentan una opción atractiva, sobre todo para organizaciones como universidades y centros de estudios que quieren establecer y mantener unos objetivos de sostenibilidad.

TerraCycle, una empresa conocida por su capacidad de reciclar materiales difíciles, ofrece un programa de reciclaje de mascarillas a través del canal de Fisher Scientific. Para empezar, una institución adquiere la caja «zero waste» para mascarillas desechables de TerraCycle, una caja de cartón rotulada claramente para el desecho y el reciclaje de mascarillas, y la coloca en sus instalaciones.

«Es un proceso muy sencillo. La caja se envía directamente al cliente, que monta la caja y puede empezar a recogerlas», nos cuenta Madeleine Chadwick, Dirección General, Programa de Desarrollo de Liderazgo, Thermo Fisher Scientific.

Las cajas están disponibles en tres tamaños y en el más grande caben hasta 2100 mascarillas. Una vez que la caja se llena, la institución la sella y la envía de vuelta a TerraCycle, donde las mascarillas se reciclan y se procesan para generar nuevos materiales. Chadwick explica: «El precio de la caja incluye los gastos de envío y el servicio de reciclaje».

Aunque el programa no está previsto para reciclar residuos médicos convencionales, las cajas se ponen en cuarentena un mínimo de 72 horas tras su llegada para proteger a los empleados que manipulan los residuos. Los artículos se clasifican a mano y las mascarillas con contaminación visible se retiran y se envían a instalaciones de terceros para procesarlas y reciclarlas.

Transformar la basura en tesoros

Las mascarillas desechadas se recogen hasta que hay suficiente volumen para procesarlas y, a continuación, se clasifican según la composición del material. Los alambres metálicos o las piezas de la nariz se retiran de las mascarillas, se agrupan y se procesan por separado, por ejemplo.

Después, los materiales se envían a un tercero para su procesamiento y allí se reciclan y transforman en formatos utilizables, como gránulos de plástico. La mezcla de polipropileno que suele encontrarse en las mascarillas se convierte en una materia prima que se usa en aplicaciones de maderas plásticas y de suelos compuestos. Este material se vende a los fabricantes para crear diversos productos nuevos, como muebles de exterior, palés de transporte, y muchos más.

Es alentador pensar que parte de estas mascarillas recicladas podría convertirse en algo útil, como bancos para parques o mesas de picnic donde podremos reunirnos libremente una vez que se levanten las restricciones de la pandemia. Solo los clientes de Fisher Scientific ya han evitado que más de 735 000 mascarillas terminen en vertederos gracias a este programa.

El programa TerraCycle ofrece a las organizaciones una solución flexible y fácil de implementar. Las cajas pueden colocarse en lugares de mucho tránsito junto con desinfectante de manos para reforzar la seguridad y la sostenibilidad. Pueden resultar especialmente útiles en zonas donde deben usarse mascarillas nuevas cada vez que se entre; por ejemplo, en la puerta de un laboratorio de investigación. El programa se ha ampliado hace poco para incluir cajas para guantes, gafas y otros artículos difíciles de reciclar.

No está claro cuánto tiempo tendremos que usar mascarilla. Puede que el uso de las mascarillas sea más frecuente que antes incluso después de la pandemia, sobre todo durante la temporada de gripe o al viajar. Lo único que está claro es que debemos comprender y mitigar su impacto medioambiental, mascarilla a mascarilla.

Referencias

  1. Prata, J.C., Silva, A.L.P., Walker T.R., Duarte, A.C., and Rocha-Santos, T. (2020). COVID-19 Pandemic Repercussions on the Use and Management of Plastics. Environ. Sci. Technol. 54(13), 7760–7765.
  2. Centers for Disease Control and Prevention. (2020, November 20). Science Brief: Community Use of Cloth Masks to Control the Spread of SARS-CoV-2. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/more/masking-science-sars-cov2.html
  3. Schnurr R.E.J., Alboiu V., Chaudhary M., Corbett R.A., Quanz M.E., Sankar K., Srain H.S., Thavarajah V., Xanthos D., Walker T.R. (2018). Reducing marine pollution from single-use plastics (SUPs): a review. Mar. Pollut. Bull. 137:157–171.
  4. Fadare, O. O., & Okoffo, E. D. (2020). Covid-19 face masks: A potential source of microplastic fibers in the environment. Science of The Total Environment,737, 140279. doi:10.1016/j.scitotenv.2020.140279
  5. Centers for Disease Control and Prevention. (2021, February 19). Maximizing Fit for Cloth and Medical Procedure Masks to Improve Performance and Reduce SARS-CoV-2 Transmission and Exposure, 2021. https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/70/wr/mm7007e1.htm

Christina P. Hooton es redactora de contenido de Thermo Fisher Scientific.

Environmental impact of face masks