Consejos para calentar el material de vidrio del laboratorio de forma segura

Calentar la cristalería en el laboratorio sigue requiriendo cuidado, incluso cuando los productos están diseñados específicamente para su uso en dicho entorno. Esto se debe a varias razones.

En primer lugar, no todo el material de vidrio de laboratorio tiene las mismas especificaciones. Por ejemplo, la cristalería de laboratorio de borosilicato tiene un coeficiente de dilatación mucho menor que otros tipos de vidrio, como el de sosa-cal, que también se utiliza habitualmente en el laboratorio. Aunque los productos de este último grupo siguen siendo adecuados para una serie de aplicaciones, es importante tener en cuenta la idoneidad química del propio vidrio a la hora de someterlo al calor.

En segundo lugar, no todo el material de vidrio de laboratorio se fabrica con las mismas normas de calidad. Incluso dentro de una categoría como el vidrio de borosilicato, la calidad de las materias primas utilizadas y factores clave como la consistencia del espesor del vidrio pueden variar con marcas de cristalería científica y de laboratorio de primera calidad como Duran, Wheaton, Pyrex y Kimble que ofrecen una resistencia al calor más fiable.

Por último, la forma de calentar el vidrio de laboratorio también tiene un gran impacto en la seguridad independientemente del producto utilizado. He aquí algunos consejos para calentar con seguridad la cristalería en el laboratorio.

"Calentar la cristalería en el laboratorio sigue requiriendo cuidado, incluso cuando los productos están diseñados específicamente para su uso en dicho entorno."

Factor de expansión y contracción a altas temperaturas

Aunque el bajo coeficiente de dilatación del vidrio de borosilicato (3,3x10-6K-1) hace que se dilate o se contraiga muy poco cuando se calienta o se enfría, hay que tener cuidado incluso con este tipo de vidrio. Una vez que la temperatura supera los 150°C, hay que tener especial cuidado para garantizar que el calentamiento y el posterior enfriamiento de la cristalería se realicen de forma lenta y uniforme. Hay que tener en cuenta el equipo necesario, las condiciones y, sobre todo, el tiempo para la gradualidad.

Safely Heating

Eliminar el riesgo de choque térmico

Incluso sin exponer la cristalería a temperaturas excesivas, debe evitarse cualquier cambio brusco. El choque térmico provocado por un calentamiento o enfriamiento brusco puede hacer que el vidrio se rompa o se agriete. Caliente el vidrio suave y gradualmente, incluso al principio de su proceso, y deje que la cristalería caliente se enfríe gradualmente en un lugar alejado de las corrientes de aire frío.

Evite los puntos calientes distribuyendo el calor de forma uniforme

El calor concentrado o directo en una parte del vidrio puede provocar la aparición de puntos calientes y debe evitarse ya que los diferentes ritmos de calentamiento pueden provocar tensiones que debiliten el vidrio y provoquen roturas. Si utiliza un mechero Bunsen, emplear una llama suave y utilizar una gasa de alambre con un centro de cerámica para difundir la llama ayudará a distribuir el calor aplicado.

El uso de una placa calefactora también ayuda a garantizar una distribución eficaz del calor, aunque es importante asegurarse de que la placa superior sea mayor que la base del recipiente que se va a calentar. Esto permitirá la distribución uniforme del calor a través de la base de la cristalería, reduciendo la posibilidad de que el vidrio se rompa debido a los puntos calientes. Caliente siempre la cristalería a temperatura ambiente antes de colocarla en la placa caliente, ya que los recipientes fríos podrían sufrir un choque térmico.

Calentar en el microondas con precaución

No toda la cristalería de laboratorio se puede utilizar con seguridad en el microondas. Los productos de cal sodada, por ejemplo, no soportan los cambios bruscos de temperatura. El vidrio de borosilicato, por otro lado, es seguro para el microondas. Sin embargo, como con cualquier recipiente para microondas, es importante asegurarse de que contiene material que absorbe las microondas antes de colocarlo en el horno.

También es importante comprobar si hay alguna pieza o accesorio acoplado al vaso y asegurarse de que el material del que están hechos puede introducirse en el microondas con seguridad. Algunos productos utilizan tapones de rosca y conectores de plástico y éstos deben estar fabricados con polipropileno o PTFE para que sean seguros en el microondas.

Autoclave con cuidado para evitar daños antes de un futuro calentamiento

La mayoría de la cristalería de laboratorio puede ser esterilizada en autoclave de forma segura. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas para evitar dañar el material de vidrio de forma que pueda afectar al futuro calentamiento. En primer lugar, afloje siempre los tapones de rosca antes de iniciar el proceso. Al esterilizar en autoclave los artículos de vidrio con una tapa bien atornillada se pueden producir diferencias de presión que pueden dañar el recipiente y provocar daños en ese momento o al calentar los artículos de vidrio en el futuro.

Como alternativa, el uso de un tapón conector de un solo puerto con un filtro de ventilación estéril o un tapón de rosca con membrana de ventilación estéril proporciona un intercambio automático de gas estéril, lo que permite una ecualización segura de la presión durante el ciclo de autoclave y, al mismo tiempo, garantiza la esterilidad del contenido del frasco. En segundo lugar, evite sobrecargar el autoclave.

Esto garantizará que se deje suficiente espacio entre los artículos para que circule el vapor a alta presión y se reduzca el riesgo de que se produzcan daños que puedan hacer que la cristalería no sea apta para el calentamiento.

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