La necesidad urgente de transitar hacia alternativas sostenibles a los plásticos de un solo uso derivados de combustibles fósiles en el sector sanitario y de las ciencias de la vida
En el sector de la salud y las ciencias de la vida, la creciente dependencia de plásticos de un solo uso derivados de combustibles fósiles, especialmente del polipropileno (PP), genera serias preocupaciones medioambientales. Estos materiales, procedentes de recursos finitos, contribuyen significativamente a la degradación ambiental. La transición hacia alternativas más sostenibles es fundamental, especialmente para los productos que deben ser incinerados, como los residuos clínicos peligrosos.
Incineración de residuos clínicos en Europa: volúmenes y emisiones de CO₂
Europa genera millones de toneladas de residuos clínicos cada año, una parte considerable de los cuales se incinera para eliminar de forma segura materiales peligrosos, ya que los consumibles contaminados no pueden reutilizarse. Aunque este proceso es necesario, tiene un impacto ambiental sustancial que genera importantes emisiones de CO₂. Las emisiones combinadas derivadas de la incineración de residuos sanitarios y de ciencias de la vida en Europa podrían situarse entre 5 y 7 millones de toneladas de CO₂ al año, dependiendo de los niveles de generación de residuos, las prácticas de incineración y los métodos de recuperación de energía. Esto equivale a las emisiones de unos 15 millones de barriles de petróleo crudo o al consumo anual de electricidad de 2,5 millones de hogares. Los contenedores de residuos clínicos ocupan el tercer lugar entre los productos más incinerados, después de los guantes de examen y los delantales desechables. Sustituir los contenedores derivados de combustibles fósiles por alternativas más sostenibles, como los envases WoodSafe™ y Bio-Bin™, podría reducir las emisiones de CO₂ hasta en un 91 % y disminuir significativamente el uso de plásticos basados en combustibles fósiles.
WoodSafe: una alternativa sostenible
WoodSafe™ es una innovadora gama de contenedores para residuos clínicos fabricados con material residual renovable procedente de la industria forestal sueca. Están diseñados para sustituir diversos polímeros derivados de combustibles fósiles, ofreciendo al mismo tiempo una alta resistencia a la tracción y una baja huella de carbono, lo que los convierte en una opción ideal para el transporte de objetos punzantes y residuos peligrosos que requieren flexibilidad y durabilidad antes de la incineración. WoodSafe™ cumple con los estrictos requisitos de la ONU mientras minimiza el impacto ambiental. Cada contenedor de PP sustituido por WoodSafe™ puede cuantificarse en datos reales, proporcionando información valiosa para los informes de sostenibilidad, lo que convierte su uso en una de las acciones climáticas más simples y efectivas del mundo.
Bio-bin: el contenedor de residuos clínicos de bajo carbono a base de papel
Bio-bin™ es un contenedor de residuos clínicos fabricado principalmente con papel, diseñado para ofrecer una forma segura y ecológica de eliminar todos los residuos clínicos no punzantes. Los contenedores están elaborados con un 96 % de papel proveniente de bosques certificados FSC, con el objetivo de crear instalaciones médicas y de laboratorio más sostenibles. Se entregan plegados para ahorrar espacio de almacenamiento y pesan solo unos gramos, reduciendo así los costos de eliminación.
Cada contenedor incluye un Bio-matt™ en la base, diseñado específicamente para absorber el exceso de líquidos, mientras que el recubrimiento impermeable evita filtraciones.
Pasos para la transición hacia una gestión más sostenible de los residuos clínicos
Para realizar una transición sencilla hacia contenedores de residuos clínicos más sostenibles:
Evalúa el uso actual de contenedores plásticos derivados de combustibles fósiles, identificando el volumen y los tipos utilizados.
Establece metas y objetivos claros de sostenibilidad, como la reducción de emisiones de CO₂ y el aumento del uso de materiales renovables.
Educa e involucra al personal sobre los beneficios de utilizar materiales más sostenibles y sobre las prácticas adecuadas de segregación de residuos.
Toma decisiones de compra responsables considerando el ciclo de vida del producto, incluyendo sostenibilidad, garantía y eliminación al final de su vida útil.
También puedes solicitar una Evaluación del Ciclo de Vida (LCA) completa, con análisis “de la cuna a la tumba”, para tomar decisiones informadas sobre sostenibilidad. Después, difunde los impactos ambientales positivos de esta transición y demuestra el cumplimiento normativo mostrando regularmente las cifras de reducción de CO₂ (por ejemplo, de forma mensual o trimestral). Estos datos pueden integrarse en los informes corporativos de sostenibilidad de la empresa como una iniciativa de Alcance 3. Tanto Bio-bin™ como WoodSafe™ cuentan con evaluaciones LCA completas y pueden demostrar la reducción de huella de carbono lograda al pasar de un contenedor basado en combustibles fósiles a una alternativa sostenible. Ambas empresas también ofrecen calculadoras de emisiones de CO₂ gratuitas y fáciles de usar, para medir y mostrar los ahorros reales y potenciales.
Próximos requisitos legales: CSRD y ESRS
La Unión Europea está abordando los desafíos ambientales mediante nuevos marcos regulatorios, en particular la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y las Normas Europeas de Reporte de Sostenibilidad (ESRS). Estas regulaciones impondrán requisitos estrictos de divulgación, exigiendo a las empresas informes detallados sobre sus prácticas de sostenibilidad, incluida la gestión de residuos y la reducción de emisiones de CO₂. Las normativas próximas reforzarán las obligaciones de reporte en materia de gestión de residuos, impulsando a las instituciones sanitarias hacia soluciones más sostenibles. Bajo la CSRD, las empresas deberán reportar su impacto ambiental, destacando el uso de materiales renovables y los esfuerzos por reducir la dependencia de plásticos derivados de combustibles fósiles. Las ESRS proporcionarán directrices específicas para medir y reportar estos impactos, garantizando transparencia y rendición de cuentas.
Conclusión
La transición de los plásticos de un solo uso derivados de combustibles fósiles hacia materiales más sostenibles en el sector de la salud y las ciencias de la vida es tanto una necesidad ambiental como una obligación regulatoria. Con millones de toneladas de residuos clínicos generados cada año y grandes emisiones de CO₂ provenientes de la incineración, existe un llamado urgente para que las organizaciones del sector adopten prácticas más sostenibles y trabajen activamente en las mejoras de Alcance 3, cumpliendo con los próximos requisitos legales. Este cambio es crucial para proteger el planeta y garantizar un futuro sostenible para la industria de las ciencias de la vida.
Calculadora de CO₂ WoodSafe
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Calculadora de CO₂ Bio-bin
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