Las toallitas estériles son vitales para entornos críticos como el farmacéutico o el quirúrgico, donde garantizan una contaminación mínima. Las toallitas no estériles son más rentables y adecuadas para tareas menos delicadas, pero pueden no cumplir los requisitos más estrictos.
La elección entre toallitas prehumedecidas y secas en salas blancas depende de las tareas, el control de la contaminación y la comodidad. Las toallitas prehumedecidas ofrecen uniformidad, ahorran tiempo y se adaptan a aplicaciones precisas, mientras que las toallitas secas permiten la personalización, el ahorro de costes y la reducción de residuos.
3. ¿Qué material de limpiaparabrisas se adapta mejor a sus necesidades?
Las toallitas de poliéster son sintéticas y resistentes, desprenden pocas partículas y tienen una amplia compatibilidad química, por lo que son aptas para salas blancas. Las toallitas de algodón son suaves y absorbentes, pero desprenden fibras. Las toallitas biodegradables de Lyocell combinan absorbencia, resistencia y respeto por el medio ambiente. Las toallitas de microfibra combinan poliéster y poliamida, y destacan en la captura de partículas. Las toallitas Polyblend combinan poliéster y celulosa para ofrecer absorbencia y limpieza. Las toallitas de poliamida proporcionan solidez y resistencia a la abrasión. Los paños de polipropileno son resistentes a los productos químicos y ligeros, por lo que son adecuados para salas limpias.