Centrífugas de sobremesa de uso general
Centrífugas que pueden colocarse fácilmente sobre mesas de laboratorio adecuadas para muchas aplicaciones rutinarias como la separación y filtración de muestras. Vienen con una variedad de rotores y accesorios complementarios que se pueden incluir o comprar por separado.
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Preguntas frecuentes
Elegir la centrífuga adecuada depende de sus necesidades. Considere qué muestras va a centrifugar (sangre, células, productos químicos), la velocidad a la que necesita que gire (RPM), el espacio del que dispone y el tamaño de los tubos o recipientes que utiliza. Si no está seguro, nuestros expertos pueden ayudarle a recomendar un modelo que se ajuste a su flujo de trabajo.
La principal diferencia es el tamaño y la capacidad. Las centrífugas de mesa son más pequeñas y se colocan en una mesa de trabajo, ideales para tareas rutinarias de laboratorio o espacios limitados. Las centrífugas de suelo son más grandes, más potentes y manejan volúmenes de muestras más altos, a menudo utilizadas para investigaciones más exigentes o aplicaciones industriales.
RPM (revoluciones por minuto) indica la velocidad a la que gira la centrífuga, mientras que FCR (fuerza centrífuga relativa) mide la fuerza real aplicada a las muestras, expresada en "g". La FCR es el factor más crítico porque afecta directamente la eficiencia de la separación. Dos centrífugas con las mismas RPM pueden producir diferentes valores de FCR dependiendo del tamaño del rotor. Por eso es importante comparar la FCR al evaluar el rendimiento, especialmente para protocolos sensibles.
El mantenimiento regular prolonga la vida útil y garantiza resultados fiables. Las tareas clave incluyen limpiar el rotor y la cámara después de su uso para prevenir la corrosión o contaminación, inspeccionar en busca de grietas o desgaste, verificar el sello de la tapa y programar la calibración o el servicio profesional según lo recomendado por el fabricante. Descuidar el mantenimiento puede comprometer la seguridad y la precisión de sus separaciones.