La centrífuga moderna: un elemento esencial en la investigación biológica
Eche un vistazo más de cerca a este motor omnipresente de la investigación biológica, la centrífuga moderna, y su tecnología de sellado que puede bloquear la fuga incluso de una molécula de material patógeno. Cuando la centrífuga surgió hace 150 años como una nueva forma de separar la crema de la leche, nadie se preocupaba por las fugas de laboratorio. Los tiempos han cambiado. La centrífuga se ha convertido en un caballo de batalla en las investigaciones de Life Sciences. Una pandemia calamitosa ha matado a más de seis millones de personas en todo el mundo. Las preocupaciones sobre posibles fugas de laboratorio ahora son prominentes, y los diseños modernos de centrífugas hacen grandes esfuerzos para garantizar la seguridad de quienes trabajan con ellas.
Importancia de la tecnología de sellado
Vale la pena echar un vistazo más de cerca a este motor omnipresente de la bioinvestigación. Nos detendremos en una característica particular que es de suma importancia para garantizar un funcionamiento seguro: la tecnología de sellado que puede bloquear la fuga incluso de una molécula de material patógeno.
Incidentes notables en laboratorios
Recordemos también algunos de los incidentes más graves que han ocurrido en las últimas décadas. Podemos comenzar con la pandemia de "gripe rusa" de 1977, que mató a unas 700,000 personas, un brote que probablemente fue causado por una fuga de laboratorio en el noreste de Asia. Otro incidente ocurrió en 1994 en New Haven, Connecticut, aunque afortunadamente sin muertes. Un científico investigador que trabajaba en la instalación BLS-3 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale se enfermó con una fiebre hemorrágica inusual. Fue dos semanas después de que un tubo de ensayo que contenía un cultivo del arenavirus Sabia se rompiera mientras el investigador usaba una centrífuga. Hasta entonces, el virus Sabia solo se había encontrado en los trópicos de América del Sur. La aparición de la infección en Connecticut hizo sonar las alarmas. El investigador fue tratado y se recuperó, mientras que el incidente resultó en la adición de varias nuevas prácticas y procedimientos a los protocolos de bioseguridad de Yale.
Eventos patógenos en el nuevo milenio
Luego comenzó el nuevo milenio, y un evento patógeno importante tras otro ocurrió aparentemente en rápida sucesión. En 2002-2003 hubo el virus del SARS (un virus emparentado con el que más tarde causaría el Covid-19). Un poco más tarde fue la gripe aviar H5N1, y unos años después la gripe porcina. Luego vino el brote de Ébola en 2014, seguido por el MERS en 2015. Todo esto fue solo un preludio de The Big One, Covid-19, seguido de variantes como Omicron y otras.
De manera alarmante, se informaron epidemias de fiebre de Lassa y fiebre del dengue en las redes sociales durante este período. Aunque esos brotes resultaron estar confinados en gran medida a ciertos países de África, los informes amplificaron la inquietud del público sobre lo que podría estar sucediendo en todas estas instalaciones de investigación biológica en todo el mundo.
Mpox, un susto completamente diferente, apareció en 2022. Pero después de una serie de informes alarmantes en las noticias, la idea de que la Mpox podría convertirse en una epidemia generalizada se desvaneció rápidamente.
La urgencia de mejorar la bioseguridad en laboratorios
Dado toda esta notoriedad patógena en relativamente poco tiempo, no es de extrañar que la necesidad de mejorar la bioseguridad en laboratorios se considere urgente. Pero no puede haber una disminución del trabajo en laboratorio. Nuevas enfermedades requieren nuevos antibióticos, por ejemplo, y dado que los microbios siempre están evolucionando y mutando, la creciente resistencia a los antibióticos es un desafío sin fin.
Para enfatizar este punto, la American Biological Safety Association ha realizado un análisis profundo de los datos sobre fugas de laboratorio conocidas y los ha correlacionado con los patógenos específicos involucrados, remontándose 50 años atrás.

Centrífugas OHAUS: tecnología de vanguardia
Ahora, centrando nuestra atención en máquinas específicas, podemos tomar como ejemplo una línea de centrífugas de laboratorio de la Corporación OHAUS. Diseñadas en Alemania, representan el estado de la técnica en la industria hoy en día. Estas máquinas están particularmente bien adaptadas a la amenaza de patógenos transportados por el aire, que por supuesto son especialmente peligrosos en espacios cerrados. La centrifugación, como cualquier proceso de laboratorio como mezclar, moler, agitar, batir o sonicar, puede enviar patógenos al aire, por lo que se deben incorporar salvaguardias estrictas en el diseño.
Especialmente con la centrifugación a alta velocidad, hay un mayor riesgo de que se generen aerosoles y escapen si un tubo está destapado o se rompe, por ejemplo, o si la tapa del rotor no está Bioseal (el término que OHAUS utiliza para su tecnología de sellado). La mayoría de los modelos de la serie Frontier™ 5000 de OHAUS ofrecen accesorios de contención biológica como rotores angulares Bioseal para microtubos y cubetas Bioseal utilizadas con rotores de oscilación para volúmenes de muestra más grandes. Antes de llegar al mercado, los rotores Bioseal de OHAUS fueron sometidos a pruebas rigurosas por el Instituto Alemán de Normalización (DIN), luego obtuvieron la certificación como cumplimiento de la norma internacional pertinente, DIN EN 61010-2-020:03-2007.
Certificación y garantía
Dicha garantía es importante porque los microbiólogos, científicos de la vida y otros profesionales que realizan procedimientos críticos en el laboratorio, especialmente en los niveles BSL-3 y BSL-4, se acercan regularmente a microbios potencialmente peligrosos. Lo hacen en beneficio del público en general, y por eso merecen un gran respeto. La seguridad y la fiabilidad de su equipo deberían ser la menor de sus preocupacione
El factor humano en la bioseguridad
Dicho esto, ninguna discusión sobre bioseguridad en el laboratorio puede pasar por alto el factor humano. Es por eso que las organizaciones internacionales, así como las asociaciones locales y los fabricantes líderes de la industria, buscan aumentar la conciencia sobre los buenos estándares y prácticas de laboratorio para mejorar la seguridad. Los errores son inevitables en cualquier esfuerzo humano, por supuesto, pero se pueden hacer tan raros como sea posible con recordatorios frecuentes. Y los más obvios en el caso de las centrífugas de laboratorio son:- Asegurar bien la tapa del rotor
- No sobrecargar el rotor
- Asegurarse de que las cubetas estén correctamente enganchadas y puedan oscilar libremente
- No arrancar un rotor de cubeta oscilante sin cubetas
- Equilibrar los tubos de centrífuga en el rotor
Encontrar la mejor solución Bioseal
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